El entrenamiento funcional se ha convertido en una herramienta esencial para mejorar la calidad de vida y el rendimiento físico, adaptándose a personas de todas las edades y condiciones físicas. En Clínica Lázaro, ubicada en Santander, somos especialistas en ofrecer un enfoque personalizado del entrenamiento funcional. En este artículo, profundizaremos en los beneficios del entrenamiento funcional, así como en cómo puede transformar tu vida cotidiana y deportiva.
¿Qué es el entrenamiento funcional?
El entrenamiento funcional se basa en ejercicios que imitan movimientos cotidianos o deportivos, involucrando múltiples articulaciones y cadenas musculares. A diferencia de los ejercicios analíticos tradicionales que se centran en una sola articulación o músculo, el entrenamiento funcional busca mejorar la funcionalidad del cuerpo en su conjunto, haciéndolo más eficiente para las actividades diarias y deportivas.
Objetivos del entrenamiento funcional
El principal objetivo del entrenamiento funcional es crear rutinas de ejercicios útiles y seguras para cualquier persona, independientemente de su condición física. Estas rutinas están diseñadas para simular movimientos comunes, como caminar, saltar o levantar objetos, preparando así los músculos para trabajar de forma conjunta y eficiente en la vida cotidiana y en la práctica deportiva.
Beneficios del entrenamiento funcional
Entre los numerosos beneficios del Entrenamiento Funcional, destacamos los siguientes:
- Mejora del Equilibrio y Estabilidad Corporal: Fortalece el core y mejora la coordinación, lo que resulta en una mayor estabilidad y menor riesgo de caídas.
- Fortalecimiento del Sistema Cardiovascular: Contribuye a la pérdida de peso, mejora la capacidad aeróbica y aumenta el VO2 máx.
- Prevención de Lesiones: Al fortalecer músculos y articulaciones, reduce la probabilidad de lesiones.
- Mejora de la Movilidad Articular y Flexibilidad: Aumenta el rango de movimiento y la flexibilidad dinámica.
- Mejora de la Postura Corporal: Corrige desequilibrios musculares y mejora la alineación del cuerpo.
- Desarrollo de la Fuerza: Incluye mejoras en potencia, hipertrofia, resistencia y tonificación.
Ejercicios en el entrenamiento funcional
El entrenamiento funcional comienza con ejercicios sencillos y progresa hacia movimientos más complejos y exigentes. Algunos de los ejercicios fundamentales incluyen flexiones, zancadas, rotaciones de tronco, sentadillas y burpees. Con el tiempo, se pueden añadir elementos como pesas o bandas de resistencia para incrementar la intensidad y resistencia.
Movimientos multiarticulares
Los ejercicios del entrenamiento funcional son predominantemente multiarticulares, lo que significa que implican una coordinación intermuscular superior y permiten movilizar cargas mayores. Esto se traduce en estímulos más intensos y eficaces.
Ejemplos de ejercicios funcionales
Algunos ejemplos de ejercicios funcionales que pueden incorporarse en una rutina son:
- Sentadillas (con o sin carga)
- Zancadas
- Dominadas
- Fondos de brazos y tríceps
- Flexiones
- Planchas para trabajar el core
- Elevación de cadera con una pierna
- Estocadas multidireccionales
- Arrancadas y cargadas
- Peso muerto
- Swing con kettlebell
¿Quién puede realizar entrenamiento funcional? El entrenamiento funcional es accesible para todos, sin importar la edad, condición física o nivel de habilidad. En Clínica Lázaro en Santander, los entrenadores personales adaptan la intensidad, los ejercicios y las repeticiones a los objetivos individuales de cada alumno.
El entrenamiento funcional es más que una simple rutina de ejercicios; es un camino hacia una vida más saludable y funcional. Ya sea para mejorar el rendimiento en actividades cotidianas o deportivas.